El monarca ha repetido este fin de semana el plan de hace exactamente un año, disfrutando del esquí con amigos y, como es habitual, sin la compañía de su mujer, la reina Letizia. Cualquier excusa es buena para pasar el fin de semana disfrutando de tu deporte favorito y es, precisamente, lo que ha hecho él. Felipe VI ha disfrutado de una escapada a los Pirineos. Concretamente el rey se desplazaba a Baqueira con algunos amigos para disfrutar de unos días en los que ha habido mucho esquí, claro está, pero también tiempo para un plan nocturno con misterio incluido.

Casualidad o no, e influido por las imágenes de su excuñado en la zona o no, parece que el plan fue muy del gusto del monarca, que no ha dudado en repetirlo, exactamente el mismo fin de semana que lo hizo en 2023 y muy parecido. No faltaron, obviamente, muchas horas dedicadas al esquí, el que es su deporte favorito junto con la vela, pero tampoco la buena comida y la buena compañía. El grupo de amigos con los que iba el Rey no ha sido identificado de momento, pero en otras ocasiones sus ‘partners in crime’ han sido nombres como Pedro López de Quesada o Beltrán Gómez-Acebo.

Fue, concretamente, en El Fogón del Valle, situado en Vielha, el lugar que el grupo de amigos escogió para cenar el viernes por la noche. La responsable del mismo, Tatiana Wandurraga, explicó al mismo medio que desconocía que la reserva que se había hecho era para el monarca, una práctica habitual en este tipo de salidas más privadas: “No supimos que era el Rey hasta que entró por la puerta”, explicó, además de dar testimonio gráfico de la visita en sus redes sociales.

Ya el sábado, don Felipe dedicó la jornada a esquiar tanto en la zona de Baqueira como en la de Beret, donde también hizo una parada para comer. Como suele ser normal, su presencia generó una gran expectación, tanto en las pistas, donde no consiguió pasar desapercibido para muchos de los aficionados al deporte y para la escasa prensa presente, como durante la comida. Sea en Baqueira, su última parada, en Formigal, Sierra Nevada o Astún, donde precisamente la princesa Leonor hacía sus maniobras de alto rendimiento invernal hace unas semanas, el plan siempre es con su grupo de amigos de confianza y no con su esposa.

Las protestas por la gestión de Peter Lim, propietario del Valencia CF, se han vuelto habituales en las inmediaciones del estadio de Mestalla. Los aficionados muestran su descontento antes de los partidos y tras incidentes recientes, como la salida de Gabriel Paulista o el decepcionante fichaje fallido de Rafa Mir.

En esta ocasión, las fuerzas del orden tuvieron que entrar en acción previo al encuentro entre el Valencia y el Sevilla. Ante la llegada de autobuses del equipo local, un numeroso grupo de seguidores se congregó frente a la puerta 0 del estadio para expresar su rechazo con cánticos y pancartas contra los dirigentes valencianistas. La Policía Nacional dispersó la protesta, evitando que la afición se agrupara en esa zona, haciendo retroceder a las personas presentes, muchas de las cuales portaban carteles amarillos con lemas ofensivos hacia Lim.

El distanciamiento entre la exigente hinchada che y el máximo accionista es cada vez más amplio. Así es predicho por un colectivo conocido como Libertad VCF, quienes convocaron otra marcha para mostrar ese descontento, fijando la cita el 2 de marzo, horas antes del partido ante Real Madrid. Esperan reunir multitudes y hacer oír su voz desde la plaza del Ayuntamiento hasta Mestalla. En redes sociales, este llamado generado divulgación generando gran interés entre simpatizantes e inconformes con el rumbo actual del club.

No obstante, estos actos impulsados por grupos ultras también causan preocupación y obligan a la actuación policial. Este fue el caso durante la previa del mencionado partido contra el Sevilla, cuando un grupo denominado Yomus protestaba junto a la Avenida de Suecia. Alrededor de un centenar de seguidores avanzaron hacia la puerta del palco de Mestalla cantando “invasión”, lo que motivó la implementación de un cordón policial, obligando a los manifestantes a retroceder.

Ante esta situación, la asociación Libertad VCF ha convocado nuevamente a sus seguidores y al valencianismo en general, para llevar a cabo otra masiva manifestación en la Plaza del Ayuntamiento el mismo día del partido ante el Real Madrid, coincidiendo incluso con la Mascletà. Precisamente pretenden ejercer presión sobre los políticos locales, deseosos de ser escuchados, además de sumar apoyos que muestren el desacuerdo con la dirección actual del club y especialmente con Lim, quien continúa siendo foco principal de críticas y resentimientos por parte de la parcialidad valencianista.

La presión está en su punto más alto entre el PSOE y Junts debido a la ley de amnistía. Los socialistas buscan exonerar a 1.500 independentistas, pero Junts bloquea la tramitación en el Congreso.

A pesar de votar en contra, los dos partidos están negociando, aunque no encuentran un punto en común. El PSOE aspira a sacar pronto la ley con cambios mínimos, mientras que Junts quiere proteger la inmunidad de Puigdemont.

Los dirigentes de ambos partidos se reunieron nuevamente esta semana, sin avances significativos. Aunque los socialistas sugieren reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal para recortar tiempos de instrucción, esto no satisface a Junts.

Incluso dentro del propio independentismo, las opiniones son divididas sobre los cambios propuestos por Junts. Mientras algunos rechazan estos cambios por considerarlos riesgosos para la norma, otros creen que toda persona involucrada debería ser incluida en la amnistía.

A pesar de la incertidumbre actual, desde el gobierno muestran confianza en salir adelante con la ley de amnistía. Sin embargo, solicitan una prórroga para continuar las negociaciones con Junts antes de emitir un nuevo dictamen en el Congreso.

Junts insiste en modificar ciertos aspectos de la ley actual que podrían garantizar la aplicación de la amnistía sin dejar margen a discreción judicial. Principalmente, insisten en evitar prisión preventiva para las personas investigadas.

No obstante, ERC apoya la redacción actual de la ley y no ve con buenos ojos los cambios propuestos por Junts. Dentro del propio partido, Oriol Junqueras manifestó sus reticencias respecto a estas modificaciones.

Desde el PP sostienen que una nueva solicitud de prórroga implica más cesiones a Junts; ya prevén que todas las exigencias del partido separatista serán aceptadas finalmente.

Con todo este escenario, se han acelerado las conversaciones estos últimos días, y aún se mantiene el secretismo sobre los posibles nuevos acuerdos. La fecha límite habilitada por el Congreso para llegar a un consenso es el 21 de febrero.